Lo cierto es que cualquiera y con cualquier afición lo tiene tremendamente fácil para practicarla. Y puede hacerlo, aun con más facilidad gracias a las experiencias cada vez más reales que proporciona Internet. Vamos a tomar como ejemplo para demostrar esta idea el gambling o apuestas en juegos de azar de la web Botemania.es.
Pensemos en qué tenía que hacer apenas unos años atrás un aficionado, digamos, al bingo: planificar la salida, vestirse y acicalarse para la ocasión, coger el coche, dar vueltas hasta que lo aparcaba, acercarse a la sala y, una vez allí, compartir entorno, le gustase o no, con otras personas, lo que puede resultar una experiencia de lo más agradable, o todo lo contrario, según la Fortuna sentara o no a su lado a alguien de su gusto.
Y no vamos a hablar ya de dinero, puesto que, al fin y al cabo salimos a jugárnoslo y damos por hecho que debemos pensar en asumir algunas pérdidas. De este modo, no contaremos el coste de vestir bien, el de acercarse a la sala –o al aparcamiento más próximo, mejor dicho- en coche. Por supuesto, tampoco hablaremos de un cena fuera de casa ni de… en fin, que unos cartoncitos son sólo parte del coste de una noche de bingo.
Internet, de cuánto se nos ha facilitado la vida
Veamos ahora cómo ha facilitado la Red las cosas a los bingueros: para empezar, el acceso de una sala de bingo online de Botemania pueden realizarlo desde la butaca del salón de casa, vestidos con su pijama y comiéndose un bocadillo.
Pero es que además esta modalidad de gambling permite una buena cantidad de variaciones sobre el mismo juego, como bombos con diferentes cantidades de números, juegos con objetivos distintos de los tradicionales línea-bingo y tantas otras variedades que algunas de ellas se parecen al bingo sólo porque se usan bolas y cartones.
No hay rosa sin espina
Claro que, a la sombra de los juegos online, han nacido –al igual que lo hacen cuando surge cualquier novedad y no todo el mundo está informado al cien por cien- todo tipo de trileros y de mercachifles que pretenden sacarse unos euros a costa de la buena voluntad del prójimo.
Con lo dicho en el párrafo anterior a muchos se les habrá venido a la cabeza, habida cuenta de que estamos hablando de juegos online un correo electrónico –varios, en realidad- que le promete un método infalible para ganar a la ruleta online de Botemania. Recordemos:
EL SECRETO ES NO CREERSE NADA
La idea es que el remitente está ganándose la vida jugando a la ruleta en varios casinos en línea. Para ello, apuesta una cantidad pequeña al cincuenta por ciento (rojo o negro). Si gana, saca como beneficio esa pequeña cantidad; si pierde, se dobla en la misma apuesta. Así de, en principio, fácil. Pero no nos creamos nada.
Por mucho que estén pensados para diversión los casinos online también sirven para ganar dinero, de modo que esa sangría, por pequeña que sea, la habrán atajado hará ya tiempo. Lo que pretende la supuesta alma generosa es que nos demos de alta en unos cuantos casinos online de cuyo programa de afiliados se lleva una comisión.
Pero no estábamos hablando de sinvergüenzas ni de caraduras, que, desgraciadamente, abundan tanto en el mundo digital como en el analógico, sino del cambio que los juegos de azar han experimentado con la posibilidad de disfrutar de ellos online.
Más accesibles y universales
El póker, la ruleta o el bingo online, por poner sólo tres ejemplos, son, hoy por hoy, infinitamente más accesibles y, si nos paramos a pensarlo, más baratos a la hora de jugar. Por no hablar de que el tamaño de la sala de juego es tal que cabe todo el mundo y desde todo el mundo se puede acceder a ella.
Sólo nos queda recomendar un filtro que ni el ordenador ni el antivirus ofrecen de fábrica: disfrutemos de los juegos, on u offline con moderación: cuando deja de ser divertido, deja de ser un juego para convertirse en un problema.